domingo, 14 de marzo de 2010

La batalla de Puente de Calderón

El lugar está envuelto en un halo de melancolía. La tierra, estática, invita a penetrar más en aquel lugar en el que los sabinos se mueven al contacto con las ráfagas del viento.

¿Cómo penetrar a un santuario?






El visitante, devoto, se detiene un momento y extiende su vista abarcando el panorama que, a través de los años, ha guardado celosamente el recuerdo de aquel suceso. (Paulina Carvajal Chávez de Barragán en La Batalla del Puente de Calderón: Secretaría de Cultura. Gobierno de Jalisco).

Ubicado a 7 kilometros de la cabecera municipal de Zapotlanejo Jalisco, por la carretera libre a Tepatitlan, se encuentra un lugar considerado patrimonio cultural del Estado, en cuyas lomas se efectuó una de las batallas más representativas de la Guerra de Independencia: El Puente de Calderón, construido en 1641 por el entonces presidente municipal, Francisco Calderón Romero.

Dicho lugar, fue seleccionado por los militares Ignacio Allende y José Mariano Abasolo, quienes formaban parte de la tropa insurgente dirigida por el Cura Miguel Hidalgo y Costilla, con el fin de enfrentarse al ejército realista del centro, a cargo de Félix María Calleja.

El 14 de enero de 1811, noventa y tres mil insurgentes divididos en tres grandes grupos, el primero dirigido por Migue Hidalgo e Ignacio Allende, el segundo por Abasolo, y el tercero por José Antonio Torres, mejor conocido como el Amo Torres, avanzaron hacia Puente de Calderón para acampar en la llanuras del lugar, y de esa forma, ocupar la lomas del puente el 16 de enero; por su parte, los realistas acamparon al otro lado del rio Calderón que corre entre el Grande y el arroyo de las Amarillas, en un lugar llamado La Joya.

Es la mañana del 17 de enero cuando ambos bandos prepararon el armamento utilizado en la batalla: Los independientes se establecieron en una loma al norte del puente, colocaron una gran artillería compuesta por setenta y siete cañones montados la mayoría en carretas, y debajo de estos, un grupo cinco mil indios flecheros de Colotlán, dirigidos por el Padre José Calvillo. Los contrarios en cambio, se dividieron en tres columnas de ataque: el general Miguel de Emparán al mando de una caballería, Manuel Flon conde de la Cadena rigiendo una mixta caballería e infantería con cuatro cañones, y el coronel José María Jalón a la cabeza de toda la infantería que debería atacar por el centro, en conjunto con Calleja.

Una vez ambos ejércitos en sus posiciones, dio inició la batalla en la que noventa y tres mil hombres con poca o nula disciplina militar, mal armados, y mal vestidos, enfrentaron a las tropas realistas; seis horas de pelea en las que, por un momento, el general María Calleja creyó la batalla perdida, al ser la acción de los insurgentes, un constante combate de fuego contra el batallón enemigo. Sin embargo, una granada cayó en las municiones de los independientes, provocando una gran explosión que impresionó a los dos ejércitos, por lo que, aprovechándose de lo ocurrido, Calleja ordena a sus hombres avanzar hacia los insurgentes lanzando otro ataque esta vez más cercano a estos, quienes caen por las lomas atropellándose unos a otros. Aldama y Allende, al observar lo ocurrido, se mantienen al frente con el fin de dar oportunidad al resto de su ejército aún a salvo, de escabullirse de la batalla ya perdida a las cuatro de la tarde del 17 de enero de 1811. Finalmente, Hidalgo y su gente derrotados huyen por un camino que comunicaba al municipio de Acatic con el pueblo de Cuquío, ambos lugares del estado de Jalisco; posteriormente, avanzan hacia el norte hasta llegar a Coahuila, donde meses después es apresado junto con Aldama y José Mariano Jiménez, y el 30 de julio de 1811 son fusilados.

La Batalla de Calderón en nuestros días

¿Por qué festejar una batalla perdida?

La respuesta es brindada por el historiador de Zapotlanejo, Manuel Morales Plasencia, “No celebramos una batalla que se perdió, lo que se celebra es ese acontecimiento militar donde México se concientizó de que era importante liberarse del yugo español (…) y que era viable que pudiese surgir una independencia”.

Por lo anterior, la Batalla del Puente de Calderón es un hecho histórico que se conmemora en Zapotlanejo cada 17 de enero desde 1996; al lugar se dan cita funcionarios del ayuntamiento, alumnos y maestros de nivel primaria y secundaria, el 79 batallón de infantería de la XV zona militar, así como la población en general; se inicia con los honores a la bandera correspondientes a cargo del batallón militar, posteriormente el cronista municipal efectúa un discurso referente a la batalla, en el que describe los detalles en cuestión de estrategia, personajes, y orden de los hechos; finalmente, el presidente de la administración en curso, da por concluido el evento.

Actualmente, Puente de Calderón es un parque ecológico y recreativo, producto del trabajo realizado por la administración 2007-2009; el parque cuenta con diversas áreas de entretenimiento, entre las que destaca la tirolesa y los juegos infantiles.

Para el festejo del bicentenario de la independencia, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) pretende darse a la tarea de buscar más de 40 cañones que se cree pudieran estar bajo tierra en las lomas que rodean el puente, y que pertenecieron al ejército realista; para ello el INAH cuenta con un equipo especial de ondas acústicas que permitirá observar el tipo de materiales que se encuentran enterrados. También se ha proyectado el uso de las instalaciones del parque de Calderón para montar un museo interactivo de información; sin embargo, dichos planes no han sido bien definidos por el gobierno del estado y el INAH.



Bibliografía

D. Vicente Riva Palacio. México a través de los siglos, volumen V. México, D. F.: Editorial Cumbre.

Emilio Guevara. Historia Particular de la villa de Zapotlanejo Jal. Jalisco México: Gobierno del estado de Jalisco.

Paulina Carvajal Chávez de Barragán. La Batalla del Puente de Calderón. Presidencia municipal de Zapotlanejo Jalisco: Secretaría de Cultura Gobierno de Jalisco.

.Archivo histórico municipal de Zapotlanejo Jalisco

Documento: Propuesta para declarar el area de recursos naturales “cuenca hidrológica Calderón”. Ayuntamiento de Zapotlanejo 1995-1997.

Francisco Primo de Verdad y Ramos: Idealista de la Independencia


Aunque murió dos años antes del inicio dela guerra de independencia, convocado por el cura Miguel Hidalgo y Costilla, en 1810, sus ideas dejaron un legado de libertad. A Francisco Primo de Verdad y Ramos no se le ha hecho justicia al ser relegado por los hombres que emprendieron la lucha armada y que la culminaron como Hidalgo, Jose Maria Morelos, Vicente Guerrero, entre otros. Nacido el 9 de Junio de 1760 en la Hacienda Cienega del Rincon (Cienega de Mata) en el actual estado de Aguascalientes, aunque existen documentos se aseguran que dicha hacienda se ubicaba en el municipio de Santa Maria de los Angeles, actualmente Lagos de Moreno en el estado de Jalisco.

Nació en el seno de una familia criolla, hijo de Don Joseph de Piero Verdad, administrador de la hacienda natal de Francisco, y de Doña Antonia Fructuosa Ramos. De niño mostraba aptitudes para la ciencia y la literartura. Después de cursar sus primeros estudios en Aguascalientes y Guadalajara, ingreso al colegio de San Idelfonso, ubicado en la Ciudad de Mexico, en 1779. El 20 de Abril de 1782 obtuvo el titulo de Bachiller en Canones y dos años despues ingreso al Colegio de Abogados. Primo de Verdad era reconocido por sus amplios conocimientos de la jurisprudencia, una honradez clara y noble. Debido a sus cualidades, fue nombrado miembro del Ayuntamiento de Mexico, desempeñando el cargo de Sindico Personero.

Durante la invasión de Napoleón a España, el Virrey de Mexico, Jose de Iturrigaray , tuvo ciertas dudas sobre la conducta que debía de tomar. Fue entonces cuando el Licenciado Verdad, junto al Lic. Don Juan Francisco de Azcárate influyó en el Virrey para la creación de un gobierno provisional en la Nueva España, mientras en la península ibérica se recobrara la soberanía. Sin embargo el Real Acuerdo manifestó su inconformidad con el Ayuntamiento, aunque al Virrey le agradaba la idea la proposición. El 9 de agosto de 1808, el Virrey ordeno una junta a la que asistieron el Arzobispado, el Ayuntamiento y los Tribunales para discutir la situación de la Colonia.

Ese día en el Palacio del Virrey, le fue otorgada la palabra al Lic. Verdad, quien sorprendió mencionando la propuesta hecha a Jose de Iturrigaray , de formar un gobierno provisional indico lo siguiente: “porque hallándose la Metrópoli a merced del invasor y ya sin autoridades legitimas, puesto que los Monarcas han abdicado, es el tiempo que el pueblo recobre su soberanía mientras vuelven las cosas a su primitivo estado”. Ademas señalaba que el pueblo era el gobierno constituido, considero que el Reino de la Nueva España debería tener la misma naturaleza jurídica independiente que Granada, Sevilla o Aragón y por lo tanto establecer sus propios órganos de gobierno.

El discurso provoco que el inquisidor Don Bernardo de Prado y Ovejero impugnara las ideas de Verdad y Ramos, manifestando que la proposición era herética y por lo mismo condenado por la iglesia. El inquisidor de Prado, fue secundado por diversos oradores, tres fiscales de la Audiencia y el Arzobispo Lizana y Beaumont. El virrey contesto con la siguiente frase a los detractores: “que allí cada uno tenia la libertad de decir lo que quisiere, y que si le parecía larga la junta desde luego se podía marchar a su casa”. Finalmente se disolvió la junta al no llegar a un acuerdo a favor del pueblo.

Las personas de origen peninsular como los Inquisidores y la Audiencia comenzaron a desconfiar del Virrey. Por creerlo aliado del Ayuntamiento y dispuesto a llevar a cabo sus propósitos. Buscaron además perder a Primo de Verdad, destituir del mando al Virrey y enviar a prisión a los favorecían los intereses del pueblo. El vizcaino Don Gabriel de Yermo, hombre acaudalado que poseía haciendas en Cuernavaca, fue elegido para apresar a Primo de Verdad, encargado por los señores Jose Maria Martinez Barenque y Santiago Echeverría. El 15 de septiembre de 1808 contando con la traición de Santiago Garcia, vigilante del Palacio Virreinal, Yermo entró al mando de trescientos soldados, aprehendiendo al Virrey y a la Virreina.

Esa misma noche Francisco Primo de Verdad y Ramos fue hecho prisionero junto a aquellos partidarios de la independencia de Mexico. Verdad fue encarcelado en una celda destinada a encerrar sacerdotes que habían cometido alguna falta. Fue mal alimentado y privado de ver a su familia. Finalmente falleció el 4 de octubre, se desconoce las causas de su muerte, pero se especula que fue envenenado, también existen versiones que demuestran que murió ahorcado. Fue sepultado el dia siguiente en la Capilla del Sagrario de Nuestra Señora de Guadalupe.

A 200 años de distancia el Congreso del Estado de Jalisco en la 19° Sesión Ordinaria , celebrada el 11 de febrero del 2008, se presento” la iniciativa de decreto que declarara Benemerito en grado heroico al Licenciado Francisco Primo de Verdad y Ramos, por su invaluable labor a favor de la autonomía e independencia de nuestra nación”.

Guanajuato, ayer y hoy

Ana Luz Estrada Cepeda (ALEC)

Guanajuato, el estado que está en el corazón del país. Territorio rico en plata y minerales, el Bajío de México, joya colonial, la cuna de la Independencia.

Ubicado aproximadamente a 2 mil metros sobre el nivel del mar, las principales actividades que desde hace más de doscientos años han dado impulso económico a la región son la agricultura, la ganadería y la minería, pero su ubicación geográfica dentro del territorio nacional le da la gran ventaja de ser uno de los principales corredores industriales del país.

El estado se caracteriza porque su población es en su mayoría católica y conservadora y aunque mucha gente recrimina el hecho de que en pleno Siglo XXI no se abra a ideologías más liberales, en realidad pocos se preguntan el por qué.

Para encontrar respuestas el lector debe remontarse a 1546, cuando se funda la estancia de Guanajuato, por orden del Virrey Antonio de Mendoza. El territorio fue conquistado fácilmente pues la presencia de núcleos de población indígena era casi nula. Fue sencillo para los dominadores españoles implantar la religión y su forma de vida sin tener que lidiar con tradiciones indígenas, como lo hicieron en otras regiones del país.

El descubrimiento de ricos yacimientos de plata y la falta de mano de obra provocó que se transportaran a purépechas y aztecas para realizar trabajos de minería y agricultura. Así, Guanajuato se convierte en “el crisol del mestizaje”, pero esta característica no fue sinónimo de igualdad social, la polarización de clases era muy marcada, el factor étnico – racial pesaba mucho, y como el explorador prusiano Alejandro von Humboldt escribió, nunca se había visto tanta riqueza concentrada al mismo tiempo junto a tanta miseria.

Mientras que la clase alta, conformada por españoles y algunos criollos propietarios de grandes haciendas y minas, vivía con opulencia y comodidad, los indígenas y negros formaban la base de la pirámide y eran utilizados como esclavos. Los criollos y mestizos en general, eran jornaleros, granjeros o dueños de pequeños ranchos, y su trabajo era casi siempre remunerado.

Con la introducción de grandes transformaciones en la forma de gobernar España, los monarcas borbones provocaron cambios y ajustes que convulsionaron las estructuras sociales en las colonias americanas. La Iglesia, siendo la principal financiera de ranchos y haciendas, tenía gran solvencia económica y era propietaria de amplias extensiones de tierra que no eran explotadas, de esta forma el sistema financiero de la Nueva España estaba estrechamente vinculado con la Iglesia quien en aquel entonces cumplía la función de Banco

Hacia 1765 la Península Ibérica libraba varias batallas en Europa, esto significó mayor demanda de recursos. Dichas circunstancias provocaron que en el mismo año la Corona ordenara que todos los bienes manejados por la Iglesia fueran remitidos inmediatamente a España. Eso se tradujo en que todos los granjeros, agricultores y mineros que en algún momento habían pedido préstamos a la Iglesia, debieron pagar sus deudas en un lapso de tiempo relativamente breve.

El sistema económico se ahogó y varias actividades productivas se vieron paralizadas pues no había recursos suficientes para invertir y la Iglesia no podía financiarlos.

Dicha situación, aunada a la discriminación de castas, períodos de sequías prolongados y la desconfianza que la Corona Española sentía hacia los administradores de los bienes americanos y que, por lo mismo, suplantó a estos por personas consideradas “mejor capacitadas”, provocó mayores niveles de marginación y pobreza. El territorio mexicano sufrió un grave desequilibrio.

El creciente descontento llevó a que un pequeño grupo de criollos educados comenzaran a conspirar para sublevarse en contra de la Monarquía Borbónica, bien son sabidos sus nombres: el cura Miguel Hidalgo y Costilla, Ignacio Allende, Juan Aldama, José Miguel Domínguez y su esposa Josefa Ortiz de Domínguez, formaron un pequeño grupo que se reunía en la ciudad de Querétaro.

Los planes de sublevarse fueron descubiertos y los conspiradores debieron cambiar sus planes y adelantarse a lo planeado. Fue así, como en la madrugada del 16 de Septiembre de 1810, el cura Miguel Hidalgo tocó las campanas del templo en el pequeño poblado llamado entonces Congregación de Nuestra Señora de los Dolores, para que la gente acudiera a su encuentro.

El hecho de que Miguel Hidalgo fuese un sacerdote influyó en las personas pues seguían a su líder moral y espiritual. Fue así que un pequeño grupo de campesinos y hombres liberados de la prisión del pueblo, acompañaron al cura hacia la guerra.

Se debe puntualizar que en un principio la lucha de Independencia no pretendía liberar al territorio mexicano de España, sino hacerlo autónomo. Se luchaba porque el rey Fernando VII recuperara la Corona y la situación volviese a la normalidad, fue años después que los objetivos cambiaron.

La historia de esta lucha termina el 27 de Septiembre de 1821 cuando se firma el Acta de Independencia del Imperio Mexicano, y un territorio devastado por la guerra comienza una nueva lucha: recuperarse de los estragos del combate.

Después de esto Guanajuato no vuelve a tener una participación significativa en movimientos ciudadanos y aunque se ha abierto a la modernización, aún defiende con valor acérrimo sus tradiciones y su ideología.

Los cambios a lo largo de doscientos años han sido agrícolas, industriales, comerciales, culturales, poblacionales, y todo lo que esto implica sociológicamente hablando.

Si bien existe un corredor Industrial importante en el que las ciudades de León, Silao, San Francisco del Rincón, Celaya e Irapuato son partícipes, aún son observables grandes desigualdades regionales: mientras que los municipios del noroeste obtienen mayores ingresos gracias a compañías como General Motors, Industrias textiles y de calzado, las regiones noreste y sureste sufren los estragos que la concentración del capital en un solo lugar trae consigo. Son excluidos del gran eje industrial, lo que empuja a los estratos poblacionales más pobres a emigrar a Estados Unidos. Guanajuato “exporta” trabajadores al país vecino del Norte.

Cultural y antropológicamente la resistencia al cambio que la población guanajuatense ha tenido y la tendencia al conservadurismo en acciones ciudadanas vinculadas fuertemente a la religión católica, resulta una paradoja (aunque esto no significa que todos los grupos religiosos compartan los mismos ideales). A pesar de que no sucede en todos los estratos sociales, sí existe un fuerte ligamiento a ideologías de ultraderecha.

Existe un cambio muy acelerado en la economía, la urbanización, la demografía, la tecnología, etc., pero muchos sectores poblacionales se resisten al cambio ideológico, sobretodo aquellos cuyos ingresos son más elevados. El estatus pesa mucho en las esferas sociales altas.

Si bien esta ideología conservadora es un rasgo importante en el desenvolvimiento sociocultural del estado, Guanajuato no es sinónimo de conservadurismo. Es cierto que los grupos católicos predominan en la región, pero también es verdad que poco a poco se han abierto paso (con algo de esfuerzo) nuevas ideologías religiosas y culturales.

Sí, es verdad, Guanajuato es muy conservador. Sí, es verdad, debe abrirse a nuevas ideologías políticas, sociales, culturales. Son verdad muchas cosas que puedan decirse de esta región, pero eso no le quita la importancia que tuvo dentro del proceso que hizo a nuestro México un país libre y soberano, un país rico en costumbres y tradiciones que aún después de casi doscientos años aún lucha por salir adelante.